La Selección Uruguaya vivió una noche para el olvido en Tampa. En un amistoso que buscaba recuperar la confianza tras el flojo rendimiento ante México, la Celeste terminó sufriendo una contundente goleada 5-1 frente a Estados Unidos, dejando dudas profundas en el proyecto de Marcelo Bielsa.
Una caída que expone fallas preocupantes
El partido arrancó cuesta arriba para Uruguay desde los primeros minutos. Estados Unidos aprovechó errores defensivos, espacios mal cerrados y una desconexión total entre líneas. Para el descanso, el marcador ya mostraba un doloroso 4-0 que dejó sin reacción al equipo.
La Celeste descontó en el complemento con una chilena de Giorgian de Arrascaeta, una jugada aislada de calidad individual en un contexto adverso. Aun así, el local selló el 5-1 definitivo en otra transición rápida que desnudó la fragilidad del fondo uruguayo.
¿Qué salió mal para Uruguay?
- Defensa vulnerable: se repitieron fallas en los balones detenidos y en la marca por bandas.
- Desorden táctico: el equipo nunca logró coordinar presiones ni cortar los circuitos del rival.
- Errores individuales: pérdidas en zonas peligrosas que terminaron en goles evitables.
- Falta de actitud: poca intensidad en los duelos y reacción tardía.
Bielsa en la mira: análisis y urgencias
Marcelo Bielsa apostó por un equipo alternativo en varios sectores del campo, pero los rendimientos quedaron muy por debajo de lo esperado. La Celeste mostró una imagen preocupante en defensa y una alarmante falta de coordinación ofensiva.
Más allá del carácter amistoso del encuentro, el rendimiento obliga a replantear varios aspectos del funcionamiento. La preparación hacia el Mundial 2026 necesita ajustes urgentes si Uruguay aspira a competir con selecciones de élite.
¿Y ahora qué viene para Uruguay?
La Celeste deberá aprovechar los próximos entrenamientos y amistosos para reencontrar su identidad. El desafío de Bielsa será recomponer la estructura defensiva, mejorar la transición y levantar el ánimo de un plantel que quedó golpeado.
La goleada 1-5 ante Estados Unidos queda como una de las noches más duras de los últimos años, y también como una señal de alarma que no puede ignorarse.








