La Reina Máxima de los Países Bajos volvió a acaparar todas las miradas durante la cena de gala ofrecida en el Palacio Huis ten Bosch, con motivo de la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya los días 24 y 25 de junio de 2025. En un contexto dominado por trajes oscuros y protocolos diplomáticos, la monarca apostó por un look vibrante y poco convencional que no pasó desapercibido.
Un diseño que rompe esquemas
La soberana lució un mono de seda en color verde lima perteneciente a la colección Natan Couture, de la reconocida casa belga Natan, una de sus firmas de cabecera. El modelo “Rippas” se distingue por su escote en “V” pronunciado, pantalón palazzo y mangas murciélago que generan un elegante efecto de capa. Un fruncido a la altura de la cintura aportó estructura y realce a la silueta.
Para completar el conjunto, Máxima optó por stilettos de ante en un tono a juego, firmados por Gianvito Rossi, logrando un look monocromático moderno y sofisticado.
Una joya con historia
El toque majestuoso lo puso un broche de diamantes en forma de garceta, compuesto por doce ramitas, una pieza histórica que data de 1879 y que fue un regalo de bodas para la Reina Emma. En lugar de lucirlo como tocado, la Reina lo colocó sobre el hombro izquierdo, dándole un aire original y contemporáneo.
Contexto y repercusión
La cena de gala marcó el inicio de la primera cumbre de la OTAN celebrada en los Países Bajos, donde los reyes y la Princesa Amalia ejercieron de anfitriones ante líderes y mandatarios internacionales. El estilismo de Máxima contrastó con la sobriedad del resto de asistentes, generando un amplio eco en medios y redes sociales, donde fue calificado como atrevido, elegante y fiel a su personalidad.
Incluso en foros internacionales, el look fue comentado por su frescura y por desafiar los cánones más conservadores de la moda real.
Un estilo que trasciende fronteras
Fiel a su reputación de icono de estilo, la Reina Máxima volvió a demostrar que la moda también es un lenguaje diplomático. Su elección no solo resaltó en las fotografías oficiales, sino que envió un mensaje claro: la elegancia no está reñida con la audacia