Tokio, 2025. La maratón femenina del Campeonato Mundial de Atletismo estaba en su tramo final. Las piernas de Julia Paternain, nacida en México y criada en Inglaterra, apenas podían seguir el ritmo, pero su mente estaba clara: cada paso la acercaba a un sueño que parecía lejano hasta hace apenas unos años.
Aunque Julia nació en México, su nacionalidad es uruguaya gracias a que sus padres son uruguayos, y decidió representar a su país de origen en la maratón.
Con un tiempo de 2 horas, 27 minutos y 23 segundos, Julia cruzó la meta y se detuvo, respirando profundamente. El murmullo del público se mezclaba con su propia incredulidad: había logrado la medalla de bronce, detrás de la keniana Peres Jepchirchir y la etíope Tigst Assefa. “No podía creer que había ganado el bronce”, confesó más tarde en la entrevista para CodigoNews, todavía visiblemente emocionada.
Su éxito no fue casualidad. En marzo de 2025 debutó en la McKirdy Marathon en Nueva York, estableciendo el récord nacional uruguayo con 2:27:09. Pero más allá de los números, Julia atribuye su logro a la preparación, la confianza y, sobre todo, al equipo de apoyo que la acompañó en cada entrenamiento y cada kilómetro. “Sin ellos, hubiera sido mucho más difícil mantener la concentración y la motivación”, admitió.
El recorrido fue exigente. Julia recuerda la maratón como un desafío constante, lleno de altibajos. Comparó su experiencia con navegar a través de un bosque denso: “Hay desvíos, obstáculos inesperados, pero si te mantienes enfocado en tu camino, el éxito llega”.
Representar a Uruguay fue, según sus palabras, un honor y una responsabilidad. Decidió competir por el país de sus raíces familiares, buscando honrar sus raíces y demostrar que incluso los países pequeños pueden brillar en escenarios internacionales.
Al final del día, la medalla de bronce de Julia Paternain no es solo un logro personal, sino un momento histórico para el atletismo uruguayo, un ejemplo de perseverancia, disciplina y pasión que quedará grabado en la memoria del deporte nacional.
