Durante su discurso de despedida, Heber se mostró sereno y agradecido, recordando tanto los momentos de tensión política como los años de trabajo legislativo. “Podemos ser muy duros. Fui muy duro, y fueron muy duros conmigo. No me quejo. Pero siempre defendiendo ideas”, expresó ante sus compañeros de cámara.
El dirigente del Partido Nacional recordó además las largas jornadas de interpelaciones que enfrentó como ministro del Interior, una de ellas la más extensa en la historia reciente del Parlamento, con más de 24 horas de duración. También evocó la figura de su padre, Mario Heber, a quien definió como una inspiración permanente por su papel durante la dictadura y su compromiso con la democracia.
Heber aclaró que su decisión no significa un retiro total de la política, sino el cierre de una etapa. “Me voy del Parlamento, pero seguiré aportando desde donde me toque”, señaló.
Con su salida, el Partido Nacional pierde a uno de sus referentes históricos dentro del Senado, protagonista de décadas de debates, acuerdos y controversias que marcaron buena parte de la historia reciente del país.
