Por Silvana Brustia Caperchione
El próximo viernes 19 de setiembre a las 21 horas, el Espacio Cultural Vieja Farmacia Solís recibe al actor y humorista uruguayo con una extensa trayectoria que vuelve a escena con su espectáculo “Charly Solo”, un show de stand up en el que repasa su carrera, anécdotas personales y reflexiones generacionales. Con entradas a través de RedTickets, la propuesta promete risas, complicidad con el público y la frescura de un artista que no se ata a libretos y disfruta cada función como si fuera única. En diálogo con CÓDIGONEWS, Charly comparte cómo nació este proyecto, sus inicios en el teatro, su visión sobre el humor y lo que se viene en su carrera.
¿Qué significa para vos presentar este nuevo espectáculo “Charly Solo” y con qué se va a encontrar el público?
-Este show es una recopilación de diferentes trabajos que he realizado durante el transcurso de mi carrera y a eso le he sumado vivencias personales adaptadas al estilo stand up. Si bien yo hablo de mí mismo porque justamente, de eso se trata el stand up, también incorporé algunos elementos de otras obras que interpreté, como por ejemplo textos del dúo con Cachito de León o algunos tramos de mis comienzos, interpretando monólogos que no eran de mi autoría.
¿De qué se trata?
-En “Charly Solo” cuento sin tapujos todo lo que me ha sucedido a lo largo de mi carrera, pero también apuntando a las diferencias generacionales que tenemos los que nacimos por los años 70 y me he inspirado en eso. En el momento que escribí este stand up, nadie hablaba de nuestra generación, me pareció que era muy interesante poder hacerlo desde mi perspectiva. Se fueron sumando diferentes aspectos. El público de mis obras es muy participativo y, al haber hecho muchas fiestas y eventos, me ha dado bagaje para tomar esos elementos, por lo cual esta obra se ha enriquecido con aportes de la gente. Por otro lado, también tengo la libertad de poder ir por diferentes caminos a lo largo del show que no necesariamente me atan a un libreto. La verdad es que me divierto mucho durante el show y también tengo mucha expectativa en cuanto al show el próximo 19 de septiembre.
¿Cuándo nació tu vínculo con la actuación y el humor?
-Desde niño. Tenía 9 años cuando actué en un pesebre viviente en la Iglesia de la Aguada como abogado. Los aplausos me encantaron. De joven fui a la Casa del Teatro a acompañar a mi amigo actor Alberto Restuccia. Iba a mirar nada más. Bebe Cherminara me hizo pasar al frente en un trabajo de improvisación. Al principio me negué diciéndole que solo había ido a mirar. Me respondió: “es mi reino y lo debes respetar. Adelante, por favor”. Así que me la jugué de palo a palo. Salió bien la improvisación. Me aplaudieron y a partir de ese momento me enamoré de la actuación.
¿Qué te llevó a dedicarte de lleno a la actuación?
-Probé de todo: ayudante de arquitecto, abogacía, Bellas Artes… hasta que descubrí el teatro. Con el correr del tiempo vi que me estaba yendo bien y pensé, ¿por qué no apuntar a esto? Renuncié a mi trabajo, viví un año con lo que cobré y me dediqué a estudiar teatro. Desde entonces sigo en este camino.
¿Cómo ves el humor en Uruguay comparado con otros países?
-En Uruguay el humor es respetuoso, pero demasiado políticamente correcto. Nos reímos del humor fuerte argentino, pero si lo hiciéramos acá sería muy criticado y quizás nos censurasen. Nos cuesta soltarnos.
¿Tenés referentes o figuras que te inspiraron a lo largo de tu carrera?
-De Uruguay, varios: Cachito de León con quien trabajé. Además, me crié viendo por televisión a Cacho de la Cruz con Telecachadas, a Alejandro Trotta, a todos los actores de Decalegrón, Hiperhumor. Unos genios. De otras partes: Charles Chaplin o Mr Bean, El Gordo y el Flaco, Abbott & Costello, Louis. Por otro lado, me inspiré en personajes de nuestro carnaval como “El Niño Caltraba”. Era muy hincha de la Escuelita del Crimen cuando era muy chico. O de Los Gabys, los parodistas.
¿Qué representa para vos el humor? En el escenario y tu vida cotidiana.
-Tanto en la vida como en el escenario el humor tiene que existir. En particular, me parece que el humor es el motor de la vida. También la alegría. Y si uno logra transmitirlo tanto abajo como arriba del escenario, seguramente le va a ir muy bien y la gente va a querer estar más cerca de uno.
¿Cuál es tu cable a tierra cuando no estás arriba de un escenario?
-Mi familia, mi casa, mis amigos. Desde la intimidad, en algún encuentro con la murga sin estar ensayando nada.
¿Cómo es la experiencia de vivir de la actuación en Uruguay?
-Es toda una aventura de la que no quiero escapar. Te la tenés que jugar al 100% y de pronto te pueden tocar hacer obras que no necesariamente te gustan demasiado, pero que sí económicamente te sirven. Y también surgen otras propuestas que sí te llenan del todo.
¿Sentís que la gente te reconoce en la calle? ¿Cómo llevas esa exposición?
-Sí me sucede y lo llevo divino. Pero no quiero más exposición de la que ya tengo. Hay momentos en que te toca estar más presente en televisión y te podés llegar a sentir más invadido. En una etapa de mi vida, cuando estaba en Los Diablos Verdes, era bravo. Hoy por hoy la llevo muy bien, la gente es muy respetuosa.
¿Qué proyectos se vienen después de este show?
-Se viene un proyecto junto a la Comedia Nacional que sería en octubre y noviembre. Luego ya la preparación a pleno de la prueba con Diablos Verdes en Carnaval y, si tenemos la suerte de pasar la prueba de admisión, prepararnos para disfrutar de un carnaval más después de tantos años de no estar presentes.
Si te ofrecieran participar en un reality uruguayo, ¿lo aceptarías? ¿Por qué sí o por qué no?
-Ummm. No sé. Haría muchas preguntas antes de participar. No lo sé. Lo pongo en duda.
¿Te sentís realizado con tu carrera?
-Absolutamente. Y después que te sentías así, todo cambia. Uno aprende que hay que tomarse cada nuevo espectáculo con la calma correspondiente, no aceptando todo. Ir más lentamente. Hoy elijo qué show hacer.
