Para tu bebé, si eres un padre primerizo, la cantidad de productos en el mercado es abrumadora.

Y ya sabemos que la publicidad pega donde más duele: ¿de verdad vas a escatimar en salud, seguridad, comodidad de tus hijos? Si te dejas llevar, tendrás mucha basura en la casa y es muy probable que ni siquiera puedas usar la mitad.

Ese no es el caso de los cochecitos. Esta es una de esas compras que hay que mirar con lupa porque la vas a usar durante mucho tiempo y puede ser una gran inversión que tendrás que hacer.

Tendrá muchas funciones, ya sea un capazo en los primeros meses o una silla en los años de formación, por lo que tendrá que comprarlo con cuidado.

En este artículo encontrarás las mejores opciones de cochecitos homologados para pediatría, así como una guía para que puedas elegir.

¿Qué características tener en cuenta?

El chasis

Es el esqueleto del carrito, el que va a permitirte usar todo lo demás. Tiene que ser recio, con buenos acabados y juntas reforzadas, sobre todo en las zonas donde se pliega.

El capazo

Aunque no lo vas a usar mucho tiempo (en principio, hasta los seis meses) el capazo permite a tu bebé viajar cómodamente tumbado y muy protegido del mundo exterior. Siendo tan pequeño, lo agradecerá.

Algunos carritos permiten tumbar la silla en 180º, lo que puede evitarte comprar el capazo, aunque no será exactamente lo mismo. Aún así, la silla totalmente reclinada sirve para hacer un apaño puntual en un viaje, facilitar siestas o cambios de pañal.

La silla

Es lo que más tiempo usarás, el objetivo principal de comprar todo este tinglado. Así que asegúrate, primero, que sea lo más cómoda posible: que el acolchado te convenza, que el reposapiés sea ajustable, que tenga un arnés de seguridad fácil de quitar y poner…

La mayoría de sillas de paseo llevan al bebé en el sentido de la marcha, pero hay algunas que permiten escoger si prefieres que vaya de cara a ti, al menos mientras sea pequeño y no tenga demasiadas ganas de curiosear.

El manillar

Mejor, ajustable. Vas a empujar el carrito durante muchas horas a la semana, así que deberías intentar que tu espalda no sufra. Si los padres son de estatura media, lo normal es la medida estándar; pero si alguno es especialmente alto o bajo, es algo a tener muy en cuenta para evitar posibles lesiones o simplemente molestias musculares después de un paseo largo.

El espacio y el peso

¿Dónde lo vas a guardar? El tamaño importa, así que piensa bien qué hueco tienes en casa para el cochecito, comprueba que entre en el ascensor, pregunta en la guardería si tienen alguna norma al respecto.

En cuanto al peso, lo mismo; contempla si tienes que subir escaleras habitualmente, si vas a cargarlo o descargarlo del coche a menudo, o si quieres viajar con el carrito a cuestas.

Los complementos

Lo imprescindible es una buena capota, que proteja bien del sol y que sea fácil de poner y quitar; también que tenga una buena ventilación, sobre todo en días de mucho calor. En el otro extremo, la mayoría de coches incluye una burbuja de lluvia, pero si no, tendrás que comprarla para proteger al niño del mal tiempo.

Por último, comprueba que te convence la bolsa porta objetos, tanto en accesibilidad (que sean sencillo llegar a ella) como en el espacio disponible.

Al final, lo más interesante de toda esta lista de características es que te decidas por aquellas a las que realmente vayas a sacar partido. Luego, con el uso diario, probablemente acabes personalizando el carrito de tu bebé.

¿De qué dependen los precios?

Carritos de bebé baratos ¿Cómo se explica semejante diferencia de precio?

Por regla general, la respuesta es obvia: si pagas más, compras mayor calidad. Tirando de tarjeta conseguirás un cochecito más duradero, que hasta servirá para el siguiente niño de la familia o incluso podrás revender cuando termines con él. Sin embargo, hay factores que pueden hacer que el precio se dispare y que quizá en tu caso no sean tan importantes:

  • El diseño. Si no te apetece quedarte con una estética espartana, es posible que tengas que pagar un poco más. Hay coches que permiten una personalización extra comprando complementos o conjuntos textiles aparte.
  • La marca. Las más conocidas tienen ya una cierta garantía de buen funcionamiento, si te vas a determinadas marcas es posible que no sean baratas.
  • El espacio. Si tienes poco sitio en casa o te interesa que la estructura sea muy plegable (y que se haga lo más fácil posible), hay marcas que han conseguido auténticas maravillas en ese terreno; pero lo notarás en el precio final.
  • El peso. Lo mismo va para el peso que para el espacio. Economizar en ambos conceptos sin sacrificar la robustez del carrito supone un esfuerzo extra para los diseñadores, y te lo van a cobrar.
  • Si es tu primer hijo, y tienes planeado tener más, no escatimes: necesitas un carrito que dure. Si no vas a esperar mucho entre uno y otro, hay coches individuales que permiten poner un añadido para convertirlos en gemelares, como se pueden ver en https://www.carritosbaratos.com

Por una cantidad razonables puedes llevarte un buen coche de bebé a casa, si escoges bien las características que te interesan.

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