El cantautor cubano Silvio Rodríguez regresó a Montevideo y ofreció un concierto inolvidable en el Antel Arena, ante un público que agotó las entradas. La velada, marcada por la cercanía y la emotividad, dejó en evidencia la vigencia de su obra y su conexión profunda con los espectadores uruguayos.
Rodríguez se presentó acompañado de su octeto acústico en un escenario sobrio, priorizando la música y la intimidad con el público. A lo largo de la noche, interpretó temas emblemáticos como “Sueño con serpientes”, “Pequeña serenata diurna”, “Casiopea”, “Canción del elegido”, “La era está pariendo un corazón”, “Ángel para un final”, “Ojalá” y “Unicornio”. Aunque algunas de sus canciones más icónicas quedaron fuera del repertorio, la fuerza del espectáculo no se vio disminuida.
Uno de los momentos más conmovedores fue la interpretación colectiva de piezas de la nueva trova cubana, incluyendo “Créeme” de Vicente Feliú, “Te perdono” de Noel Nicola y “Yolanda” de Pablo Milanés, en un homenaje a artistas fundamentales como Milanés, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Eduardo Galeano y Mario Benedetti.
El concierto también estuvo cargado de simbolismo. Silvio dedicó su canción “Más porvenir” al expresidente José Mujica, y se vivieron gestos de solidaridad internacional, como la lectura del poema “Halt” de Luis Rogelio Nogueras y la presencia de banderas palestinas entre los asistentes. Entre el público se encontraba el presidente Yamandú Orsi, mientras que la viuda de Mujica, Lucía Topolansky, se esperaba para la función del día siguiente.
Organizado por ZR Producciones, el evento representó un reencuentro significativo entre Rodríguez y su audiencia uruguaya, reafirmando su estatus como uno de los compositores más importantes de la música contemporánea latinoamericana, con un legado que sigue emocionando generación tras generación.

