Montevideo, 1985. Víctor es un aficionado al cine que está vendiendo su cámara para poder casarse cuando un mafioso local lo fuerza a dirigir una versión porno de «La Novia de Frankenstein». Su amigo Aníbal, un empleado de videoclub obsesionado con la pornografía, lo acompañará en la misión. Todo se complica cuando Víctor se enamora de su protagonista, Ashley Cummings, una estrella del porno internacional.

«Muchas veces al personaje lo encaro o lo empiezo a invocar desde algo más físico, corporal»

Nicolás Furtado Actor

¿De qué va?

Víctor (Piroyansky) es un aficionado al cine que está vendiendo su cámara para poder casarse cuando un mafioso local lo fuerza a dirigir una versión porno de “La Novia de Frankenstein”. Su amigo Aníbal (Furtado), un empleado de videoclub obsesionado con la pornografía lo acompañará en la misión. Todo se complica cuando Víctor se enamora de su protagonista, Ashley Cummings, una estrella del porno internacional.

¿Cómo surgió la idea de contar Porno para Principiantes?

Carlos: Básicamente surgió como un homenaje a un momento particular de Montevideo en los 80, que era mi adolescencia, ahí todos pensábamos que podíamos filmar cualquier cosa y era tan fácil y surgían las ideas más delirantes. Había enormes discusiones de videoclubs y cinematecas sobre todo lo que había que hacer y “Porno para principiantes” es algo que tranquilamente podría haber pasado en ese contexto, perfectamente. Y me pregunté que pasaba si como en un Frankestein mezclábamos las dos cosas más opuestas posibles que son el cine de autor con el cine porno.

Empezó como una peli más intelectual, siempre pensé en Martin para este papel y después la fui llevando hasta una película que todo el mundo conoce como “La novia de Frankestein” y básicamente ahí empezamos a desarrollar un guion, tratando de no caer en ninguno de los lugares comunes.

Martin, cuesta creer que solo te dedicaste a actuar, ¿tuviste participación en el guion?

Martin: yo solo opinaba, a lo largo de estos años me iban mandando todas las versiones y Carlos me dio la posibilidad de opinar, nos reunimos con los productores y guionistas y le fuimos dando forma. Al principio yo sentía que el guion tenia muchos elementos que son los mismos que están en la última versión pero faltaba afianzarlos más y en la versión final están más trabajados.

Carlos: Claro, es más mainstream. Antes era más compleja.

Martin: Era mas enroscada, para cierto público. y en esta última versión está todo más hilvanado.

Carlos: si bien tiene esa cuestión muy cinéfila por abajo pero sigue más clarita. La idea es que al que le divierta todo este tipo de subtextos que hay, bienvenido y el que no, se pueda cagar de risa y la entienda igual.

En la película hay dos opuestos muy interesantes que son el porno y la religión ¿por qué decidiste mezclar eso?

Carlos: En el fondo a mi me gustaba mucho, primero que hay una cosa que en Uruguay siempre decimos es que el peor problema que tenés con la droga es que terminás siendo católico. Es un clásico.

A mi me gustaba mucho esta cosa de entrevista, me gustaba este doble juego de decirle padre al verdadero padre. Incluso hubo una versión en la que el cura sale del camarín y tenia una escena de sexo con las monjas y el tipo estaba disfrazado y era un actor porno. Siempre estuvo la idea vigente de que fuera un cura al mismo tiempo porque seguía con la madre, la tenia guardada, bien edípica. El juego del padre hijo y de la creación, todo eso me gustaba.

Como directores, ¿pensaron en hacer alguna película del género porno?

Martín: No, yo lo que pienso cada vez más es esto que está pasando naturalmente con el cine que de pronto la desnudez está perdiendo el valor, está bueno eso. Convivimos con la desnudez en la vida cotidiana y de pronto en el cine si aparecía en bolas era un tema, y ahora en el cine estamos cada vez más acostumbrados y está bueno eso. Todavía falta un gran camino para naturalizar y sigue siendo medio controversial. Y cada vez está pasando más pero no en cuanto a lo pornográfico. Cada vez es menos sorprendente. No en cuanto a lo pornográfico, de repente Lars Von Trier hace Nymphomaniac y ves penetración directamente pero también es algo que con los años es cada vez menos sorprendente.

Carlos: Justamente en Nymphomaniac a mi me da esa sensación de que está un poco impuesto, como que preparan al público, tipo “acá viene la escena”, me pasó con la que hizo Kaplan (Desearás al hombre de tu hermana), todavía no hay un gran naturalismo, es como que somos todos conscientes que le estamos mirando las bolas al tipo.

Martin: Por el tono de comedia blanca que maneja Porno para principiantes no tenía sentido meternos en esa, iba a dejar afuera un montón de público.

Carlos: Me gustó está cosa que cuando mirás una comedia americana tipo Loco por Mery, podés decir cualquier guarangada o salir con semen en el pelo pero no ves nada explícito, al revés que las latinoamericanas típicas que ves todo teta y culo pero tienen mensajes más conservadores. pensamos que estaría bueno mantener toda esa cosa a un nivel más intelectual.

Porno para Principiantes no cruza la linea de lo absurdo y lo ridículo y eso está buenísimo, recuerda a películas como de Boodie Nights o películas de Woody Allen, ¿hay algo de eso?

Carlos: ¡Si! A Boodie Nights la tuve un poco de referencia para esta película. Ese lugar de donde entrar era como una puerta que siempre queda como pacata. Me daba miedo que quedara vieja, espero que no.

Y en cuanto a dejar afuera al publico, ¿qué creen que provoca el nombre Porno para principiantes?

Carlos: Tuvo otro nombre hasta último momento, era Pornostein. Después fue Vector X pero era más complicado.

Martin: Pornostein estaba bueno porque hacía referencia a Frankestein que era la verdadera película que se estaba filmando de fondo, pero también yo tengo un tema con todos los títulos de las películas es algo que me obsesiona porque como actor y como director siempre en la calle me gritan el de la película del no se qué, nunca me dicen el nombre de la película. No suelen recordar los títulos y me obsesiona entender porqué algunos los recuerdan y otros no, entonces cuando surgió la idea de Porno para principiantes yo fui como un entusiasta de que es un nombre que todos vamos a recordar.

¿Con cuál personaje te recuerdan?

Martin: Ultimamente soy el chico de la peli de Lali (Permitidos, de Ariel Winograd).

Carlos: Igual es verdad que decís “Porno para principiantes” y tiene una contradicción tremenda, y eso ya a la gente le hace gracia. Mi único miedo con el nombres es que te derive a una comedia como mucho mas mainstream en el mal sentido, que parezca una comedia de las de siempre, porque si bien es una comedia completa trata de ser algo distinto. Igual está buenísimo el nombre, todavía me gusta.

Ustedes ya habían trabajado juntos anteriormente en Psiconautas, ¿ahí nació el vinculo?

Martin: No, nos conocimos antes en Montevideo. Nos juntamos a hablar de esta peli, quedó ahí y al año siguiente nos convocó un productor para trabajar juntos y nos reencontramos.

Carlos: Yo siempre pensé en Martin para el papel, me parece un gran actor y cuando apareció Nico Furtado, se armó un elenco buenísimo y empezamos a trabajar para no ir directamente a los cliches, no que sea el gordito looser sino que sea más bien un tipo fachero y que le falte más bien un golpe de horno. Pero Martin siempre estuvo en mi cabeza para este papel sobre todo porque tiene el tono exacto y con su humor siempre está al borde de que se desbarranque todo.

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