En la era digital actual, trabajar en remoto se ha convertido en una tendencia imparable que está transformando no solo la forma en que nos relacionamos con nuestros labores profesionales, sino también cómo las empresas gestionan sus recursos humanos.
Este artículo, explorará las ventajas y desafíos del trabajo remoto, así como las herramientas y estrategias necesarias para garantizar una experiencia laboral exitosa y productiva desde cualquier rincón del mundo. Sumérgete en el universo del teletrabajo y descubre cómo aprovechar al máximo sus beneficios, mejorar la calidad de vida y potenciar tu carrera en el competitivo mercado laboral actual.
Existe una persona para cada silla. Existen sillas que nunca serán ocupadas por personas de mal asiento, por aquellos que prefieren no detenerse nunca como si pretendiese pertenecer al eterno proceso de cambio del mundo.
Es difícil encontrar a alguien que no haya soñado alguna vez con cómo es su puesto de trabajo ideal y la configuración de su jornada de trabajo perfecta.
Lo malo de todo es que estas cosas no siempre dependen de uno. Lo bueno es que, con todo, hay diferentes ofertas y ninguna es mejor que otra.
De la misma manera que depende es la respuesta a toda pregunta en la vida, también lo es a la pregunta ¿tú eres más de estar en oficina o más de ir de un lugar a otro?
Elegir una u otra opción depende de diversas circunstancias. La principal es personal. ¿Sirves para trabajar en remoto? El trabajo fuera de oficina implica menos contacto físico con otros empleados y más dependencia de la tecnología.
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Según la experiencia de José Ramón Padrón, country manager de SiteGround España, «la aparición de herramientas de comunicación como Slack, y de colaboración como Asana y Trello, centradas en la productividad y gestión de proyectos, allanan el camino hacia el trabajo en remoto. El email va perdiendo protagonismo en entornos en los que la inmediatez, y la búsqueda de respuesta de los compañeros de equipo, se sustituye por estas nuevas herramientas.
Ahora mismo es posible estar trabajando con personas en cualquier parte del mundo en directo, reunirse y trabajar sobre el mismo documento de una forma mucho más sencilla que antes. La burocracia interna y los procesos de cada compañía van cambiando y acercándose a entornos de respuesta inmediata donde un trabajador en remoto puede encontrarse mucho más cómodo».
Ser dueño de tu tiempo, ya sea en remoto o trabajando desde una oficina, no implica que ese tiempo esté organizado de la mejor forma posible o que uno tenga por defecto una mayor tasa de productividad. La improductividad existe en ambos mundos. «Pero cuando se suma un uso correcto de la tecnología, unas buenas dotes organizativas, así como una filosofía de empresa enfocada a la consecución de objetivos por proyectos con equipos bien compenetrados, el trabajo en remoto brilla en comparación con el clásico puesto en la oficina».
En el caso de SiteGround, la prioridad siempre ha estado en la conciliación. El ahorro de costes en puestos físicos es otra razón de suma importancia. «Y otro muy importante: la empresa va a la caza del talento allá donde se encuentre, sin tener que limitarse a la zona local en la que esa oficina estuviese situada», explica Padrón.
Pongamos la mirada en ejemplos como Gran Canaria, donde el mismo José Ramón Padrón es muy activo en la dinamización de la comunidad WordPress. En su capital, Las Palmas, se encuentran localizados más de 600 nómadas digitales que se han ido hasta la isla para poner en marcha proyectos personales atraídos por el agradable entorno y por el clima, además de estar bien comunicado. Son personas que trabajan para compañías en todo el mundo y que pueden compaginar trabajo y bienestar personal gracias al trabajo en remoto.
«Ejemplos como Automattic, la compañía responsable de WordPress.com, JetPack, WooCommerce, con más de 600 empleados en todos el mundo y sin oficina física, son el ejemplo de esta tendencia que ha llegado al mundo empresarial para quedarse».
Existen también cuestiones organizativas. Avanzar en cierto tipo de asuntos que requieren del feedback de otra persona puede llegar a ser mucho más sencillo cuando ese compañero está sentado cerca. En el caso del trabajo en remoto, la espera de ciertos corres electrónicos o determinadas llamadas pueden llegar a ser un reto para los nervios.
Otro problema puede residir en contar al resto de la empresa el estatus de algunos proyectos. La tarea, que es ciertamente necesaria, puede convertirse en tediosa después de una dura jornada de trabajo. Sin embargo, si puedes hacerla desde un café con vistas a un parque, el nivel de exasperación se reduce bastante.
EL TROTAMUNDOS AMANTE DE TRABAJAR EN REMOTO
Desde un punto de vista creativo está demostrado que caminar o cambiar de localización a la hora de trabajar ayuda a que la creatividad aumente. Cuando el escenario es distinto, las historias que se pueden contar también lo son.
¿Odias el invierno? Puedes vivir en un eterno verano cambiando de lugar de trabajo en cada estación. Todo lo que necesitas es un alojamiento y una conexión a internet de alta velocidad. De hecho, este estilo de vida, aunque minoritario, está en alza. Existen sitios webs que analizan diferentes lugares del mundo en función de diversos parámetros: precio de la vivienda, calidad de vida, calidad de la conexión a internet y otros.
Nomadlist.com, por ejemplo, es un sitio web que tiene como objetivo «promover la libertad de movimiento global a través de trabajar en remoto». Además de alimentar un ranking de ciudades adecuadas para nómadas digitales (que se actualiza constantemente), ofrece servicios añadidos para esos trabajadores.
Sus rankings se construyen en base al coste de vida, que las temperaturas sean agradables, las ciudades seguras, una buena conexión, calidad del aire, vida nocturna e indicadores como niveles bajos de racismo o niveles lo más altos posibles de tolerancia LGTBI.
En este momento, las ciudades más idóneas para el trabajo en remoto según Nomadlist son Canggu en Bali (Indonesia), Budapest en Hungría, Berlín (Alemania), Chiang Mai y Bangkok (Tailandia) o Seúl (Corea del Sur).
Las más baratas de las que tienen conexión de alta velocidad son Jimbaran, Bali (Indonesia) e Ivano-Frankivsk (Ucrania). Se puede vivir durante periodos cortos en hoteles y comer fuera de casa por menos de 700 euros al mes.
Con toda esta información, tenés que tener en cuenta una cosa. Es posible que estés trabajando con tu ordenador portátil y los pies en remojo en una piscina de Bali, pero la conveniencia de una opción u otra depende de cada persona.
